miércoles, 12 de octubre de 2011

Ocurrencias sensacionalistas


De vez en cuando se me ocurre alguna genial idea.
De vez en cuando se me ocurre llamarte para decirte que no te quiero.
De vez en cuando se me antoja mentirte.


La gente no termina de irse nunca, no se marcha del todo. Quedan restos, quedan recuerdos, quedas en mi memoria y quedas en mi piel. Te echaría de menos sin haberte conocido.

Y aún teniendo que marcharme buscando la huida más desesperada y cobarde que jamás se pudo inventar nadie, siempre te diría a dónde voy a ir, por si acaso se te ocurre aparecer a visitarme.

La gente no termina de irse nunca, las malas noticias nunca vienen solas; y diviso una caravana de polución de tristeza. Ojala empiece a llover pronto y se limpie el aire de mis ojos, que hasta cerrados se desbordan de lágrimas, que hasta abiertos parecen ausentes.

De vez en cuando se me ocurre alguna genial idea.
Hoy te dije que no te quería.
De vez en cuando se me antoja mentirte.