La inutilidad de la negación. No me vale para nada dejarte de lado si es al lado donde quiero tenerte. El futuro se me presenta con el antojo de tu boca, y es inalcanzable en el momento en el que tengo que plantearme seguir queriéndote a ratitos, en silencio, que no se entere el mundo.
Te apareces como el susurro de un secreto que se proclama al mundo entero cuando mis ojos y los tuyos se cruzan, que te miro como se mira al más grande de los tesoros.
Te busco solo para encontrarte y esconderte dentro de mi, donde estés tranquilo, donde yo pueda darte todo lo que necesites, que me pidas el cielo y yo te traiga el universo.
Y quererte con todas las consecuencias, con todo lo que implique entregarme en cuerpo y alma, rendirme a tus caricias, y que si el mundo se tiene que acabar ahora, que yo esté perdida en la inmensidad de tus abrazos.
Lo que más miedo me da es tenerte, eso significa que puedo perderte.
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